Las manzanas.
No admiten ser cortesanas ni reinas.
Son solo ellas mismas.
(Jay)
No admiten ser cortesanas ni reinas.
Son solo ellas mismas.
(Jay)
Fotografía de autor Anónimo
Con extraño cariño seducen las manzanas,
toda esa piel rojiza convoca llamamientos,
parece como si ellas dialogaran cercanas,
con sus voces frutales profiriendo argumentos.
Con su forma cautivan, además, son livianas,
el verlas suculentas despiertan sentimientos.
Su sencilla presencia contenta las mañanas,
y si las devoramos, nos nutren de alimentos.
Al caerse del árbol su existencia es riqueza,
se presentan desnudas, carnosas y brillantes,
son frutos muy sensuales de traviesa expresión.
Al mirar su apariencia percatamos grandeza,
aun estando lejanas las sentimos fragantes,
¡Dulces frutos! —decimos, son de gran perfección.
Huella
27-02-2014
Fondo: «0 if i could see you again» de Yiruma
toda esa piel rojiza convoca llamamientos,
parece como si ellas dialogaran cercanas,
con sus voces frutales profiriendo argumentos.
Con su forma cautivan, además, son livianas,
el verlas suculentas despiertan sentimientos.
Su sencilla presencia contenta las mañanas,
y si las devoramos, nos nutren de alimentos.
Al caerse del árbol su existencia es riqueza,
se presentan desnudas, carnosas y brillantes,
son frutos muy sensuales de traviesa expresión.
Al mirar su apariencia percatamos grandeza,
aun estando lejanas las sentimos fragantes,
¡Dulces frutos! —decimos, son de gran perfección.
Huella
27-02-2014
Fondo: «0 if i could see you again» de Yiruma