martes, 30 de abril de 2013

El ave violeta


Transitaba yo por  el desierto donde habitan
los negros escarabajos del olvido.    
Caminaban frente a mí expulsando sus feromonas
llenas de imborrables recuerdos.

Quería huir de ellos, pero no podía...
Quería alcanzar las flores blancas de la inocencia,
y frente a mí se marchitaban sus pétalos y
se incendiaban amoratadas sus hojas. 

Pero llegaste tu ave violeta,
tus pupilas llenas de brillos cristalinos
me miraron y me volvieron líquida.
Por un instante fui de vuelta una estrella en nacimiento
engendrada para el cielo en el momento sagrado de un principio eterno.
   
En ti vi al ángel que me salvaba,
Que me llevaba a subir la escalera blanca de los sueños.
En ti sentía nuevamente mis alas,
la dulce inspiración del viento
 formando los rocíos cristalíquidos del cielo.

Qué hermoso era sentirte cerca ave violeta,
eras tan intenso en la profundidad que rompe todo miedo.

Y ahora....
te has ido migrando hacia otro paraje lejano...
ansioso de encontrarte elevas tus alas buscando nuevos sueños.
Y yo  te recordaré siempre mirando los jazmines de la luna
con la sensación placentera del horizonte en tu vuelo.

Huella
27-04-2013

sábado, 27 de abril de 2013

Los cardos dementes




Viene la noche tan lánguida a cubrirme.
Veo a las aves del olvido, pero no entonan sus cantos
aromados de frutas en las ventanas de mi alma.

Huyen los últimos destellos
que gravitan perdidos en la inmensidad del cielo.
La luna, flor circular de polvos y néctares,
libera en mi corazón las voces del pasado.

Sí, empiezan a abrirse los tulipanes de la ausencia,
se huele su aroma de atardecer fatigado
y se opaca lentamente al ras
del rocío traslúcido de las nubes viajeras. 

Se parten las nueces de la nostalgia.
Las devoran las hiedras carnívoras
que desde la tierra tiemblan.

Mi alma se reconcilia en paz con el silencio nocturno,
tiene el matiz tibio de alguna dulce esperanza.
Y vencida por la vital esencia de la espera
quizás ahora soy dura y solitaria piedra.

Y así...
Aquietada en la orilla de un mar de olas violetas
empiezo  a asfixiar de vuelta los cardos dementes de mi tristeza.

Huella
26-04-2013


lunes, 22 de abril de 2013

¡No desistas!

          
                                 
                                                                       A un guardián del arte

Hijo del cielo  y el indómito mar,
nunca desistas en tu viaje hacia ese horizonte donde emana el color.
Allí donde estallan  los volcanes del espíritu
y donde crecen los árboles de  la alegría
 en su inescrutable paz.

Príncipe del cielo y compañero de las nubes
para ti posan apaciblemente los ríos
y el sol danza con su telaraña de fuego
dejando sus huellas doradas con  sus fibras  de luminosidad. 

Caminante en el éxodo de las rosas,
no desistas y aviva con ecos del viento tu despertar.
Aguarda en silencio la oración de las montañas
    y medita  sobre la vida
dialogando con las estrellas en serenidad. 

La naturaleza toda te pide que camines siempre con ella.
Te hablan las hojas con sus ojos de néctar,
la arena con su ternura rupestre
pidiéndote que los dejes en tu espíritu  habitar.  
   
Y nunca huyas ni desistas...

Porque se enamoran de ti las mariposas

y los pajaritos de colores entonan sus canciones silvestres.
Por ti despiertan las semillas de la fantasía,
serás siempre el guardián eterno de su libertad.

Huella
22-04-2013

miércoles, 17 de abril de 2013

Viento


Te deslizas sobre mi piel
y te siento extraño y a la vez tan omnipresente, cercano...
Te escabulles dentro de mí, y tu diáfana presencia
entona canciones nocturnas en mi alma.

Vienes tan hereje de algún sitio perdido,
vas atrapando los ecos de vida de aquellos habitantes lejanos,
Llevando el polen en el vaivén en que gira tu vida,
o besando la humedad de las aguas en la tarde.

Busco en tu lánguida agonía

algún aroma de selva y de pampa.
Los sonidos de las rocas absortas de inercia
o quizás el último suspiro de un pájaro en vuelo.

Estás en toda la naturaleza dormitando.
Eres amante del fuego al avivarlo,
amigo de las velas de los barcos,
en el rumbo vacilante que han tomado.

Viento extraño, misterio de algún rincón escondido,
en sincronía con nubes de algún reino dorado.
Por ti suena la flauta para calmar el espíritu,
en sus notas ilusas al olvidar el pasado.

Viento...
Que tu frescura contagias
cuando el sol enloquecido con calor abraza.
Y te aman todos los seres que respiran,
eres un soplo sagrado que les da la vida.

Huella©
14-03-2013


miércoles, 10 de abril de 2013

No creo en el olvido


No creo en el  olvido,
en ese afán de asesinar los recuerdos,
forjando una especie de odio para opacar lo vivido.
Existe crueldad en esa fuerza que llaman voluntad,
un singular golpe que hace desde dentro una rasgadura,
quemando vorazmente con su silencio,
y haciendo una cicatriz de fuego en el espíritu.

No, en verdad que no creo en el olvido...
En la sensación derretida del vacío,
en la caverna de hielo donde invernan los sueños
en una fugaz barbarie para su suicidio.

Nunca dejará de sangrar la memoria, 
el interminable suspiro cómplice que siempre delira.
y es porque no se enceguecerán las eternas  visiones,
de aquella hermosa plenitud compartida.

No, en verdad que no creeré en el olvido,
en esa barbarie que desaparece las huellas de la memoria,
en los ríos que impetuosos ahogan la ciudad de la vida,
con las estrepitosas olas de la indiferencia. 

Cuánta nostalgia  traída por los tiempos...
evocaciones  de aquello que pudo haber sido,
sin embargo, aun por sobre la razón que invoca la dicha
no conoceré el olvido que desvanezca tu existencia.

 Huella©
10-04-2013


sábado, 6 de abril de 2013

Música asesina



Cuanta melancolía...
Sensaciones traídas por los duendes de la noche,
Visiones derretidas, nevadas de silencio,
con piedras rodando sobre abismos en la nada. 
Y estas tu únicamente, música tosca de sangrante herida,
cercenándome de nuevo las venas del olvido.

Todo es espuma de algún crepúsculo lejano,
una imagen oscura que se aleja y nuevamente retorna.
Pero tú, tan ajena y hereje...
serenas mi alma con tu ronca atadura de sensaciones paganas.

Y me bebo tu dosis de anarquía,
Tu voraz decadencia y tu heroica resurrección,
Como arañando bárbaramente la tierra,
a su centro de fuego,  de trueno, de tormenta.

Voy completamente despojada...
con la árida sed de tus notas asesinas,
Sintiéndome viva a través de ti,
en una oportunidad más de morir.

Y dame, dame más de ti...
Que tu oscuridad sucumba ante mi tristeza.
Que brille muy lejos una luna roja,
hiriendo de muerte mi decadencia. 

Huella©
06-04-2013