tu voz irrefutable llegó a mí
avivando temores santos.
Siento tu presencia en mis nieblas,
y estoy sedienta de tu agua.
Me ha hecho virginal tu victoria,
y espero el quemante fuego de tu presencia.
He visto trazada la ancha brecha,
pero por allí no seguiré.
Me guiaré del sonido de tu báculo,
y reconoceré tu aroma santo en la multitud.
Tantas preguntas tengo,
pero ya no deseo que me las contestes.
Veo en ti todo principio y final,
que canto nuevo doy en adoración y paz.
Daily Jara